lunes, 25 de marzo de 2019

MENSAJES INSTITUCIONALES

En la mejor versión de la humanidad, donde los valores definen la vida social, la pobreza o riqueza de un país se mide en términos de moralidad. Y en ese marco, los más virtuosos deben estar en las instituciones representativas, para que su ejemplo baje al llano y contagie a la población. Lamentablemente, en Argentina suele ocurrir exactamente lo contrario. Los vicios, que en algunos casos también pasan a ser delitos, se enquistan en lo más alto de la pirámide de poder que tiene tres vertientes: el ejecutivo, el legislativo y el judicial. Días atrás, al inaugurar el año judicial, el presidente de la Corte Suprema de la Nación, Carlos Rosenkratz, admitió que la población desconfía de la Justicia. Afirmó: "Un poder judicial sin legitimidad pierde su razón de ser, pues sin legitimidad un poder judicial no puede ser eficaz en la realización de sus fines". Diagnóstico acertado de alguien cuestionado, porque el mismo Rosenkratz fue el que hace cuatro meses defendió que los jueces no paguen ganancias al remarcar que "esa exención no es la consagración de un privilegio". Para el presidente de la Corte Suprema de Justicia Nacional gozar de una exención tributaria no es un privilegio. Eso ya define mucho teniendo en cuenta quien lo dice, pero pocos saben que es una acordada de la propia Corte la que impide que la mayoría de los funcionarios judiciales paguen ganancias, tal cual lo establece la Ley N° 24.631 del año 1996. En síntesis, la institución que debe asegurar el cumplimiento de la Ley a todos los Argentinos por igual, incumple la Ley para beneficio de sus integrantes. El peor mensaje institucional que se le puede dar a la población. Por estas horas está la discusión sobre la investigación del juez Ramos Padilla sobre el fiscal Stornelli, a quien el magistrado de Dolores acusa de supuesta participación en espionaje ilegal en causas judiciales. Stornelli no concurrió a las tres citaciones que le curso el magistrado. Antes de llegar al nudo de la cuestión, recordemos que Stornelli, -ex Ministro de Seguridad de Scioli-, fue acusado de extorsionar a un empresario para no involucrarlo en la causa de los cuadernos K. En su defensa, el fiscal apuntó a que eso era una operación de presos kirchneristas para desprestigiarlo, y, que a través del accionar del juez Ramos Padilla, sacarlo de la causa que, obviamente, apunta a la ex presidente, Cristina Fernández viuda de Kirchner. En esto hay toda una trama de supuestas operaciones, a la que, cometiendo un error político al sentar posición sobre lo que ocurre en otro poder, se sumó el gobierno al defender a Stornelli y atacar a Ramos Padilla, quien acaba de recibir el apoyo de la Cámara para seguir en la causa. Stornelli no puede ser llevado a declarar por la fuerza pública, y, mucho menos detenido, porque tiene fueros como fiscal. Para que ello ocurra el procurador general de la Nación debería desaforarlo aceptando el requerimiento del juez interviniente. Más allá de los tejes y manejes del tema, surge algo evidente: si un Fiscal, cuya función es investigar, se niega a ser investigado, es otro muy negativo mensaje institucional que baja desde el poder al llano ciudadano. Y está el tema Cristina; cuya situación judicial sobrepasa por mucho el antecedente de cobertura de fuero senatorial de Carlos Menem. Sobre la ex presidente y actual senadora nacional pesan diez procesamientos, de los cuales cinco cuentan con prisión preventiva. El magistrado insignia que va contra Cristina es el juez Bonadío, quien ha dado alguna declaración periodística donde dejó a traslucir animadversión hacia su investigada, pero tiene la obligación funcional de investigar y buscar hacer justicia. Si pareciera que el mencionado juez combina el avance de estas causas con los tiempos electorales. Eso no suena bien, pero no viola lo procedimental. Con respecto a la ex presidente vuelvo al tema fueros que ya toque en el caso Stornelli. La cámara de Senadores rechazó desaforar a Cristina. Habrá que ver que pasa ahora a partir de que días atrás la Corte Suprema de la Nación avaló el pedido de detención de la ex mandataria en la causa donde se la acusa de un presunto encubrimiento a favor de iraníes por la voladura de la AMIA. Más allá de que no se entienda porque los fueros parlamentarios blindan a un legislador de presuntos delitos cometidos antes de asumir su banca, hay una cuestión de sentido común de igualdad ante la Ley que la Cámara Alta no puede seguir esquivando. No es un dato menor que es el mismo Senado cuyos integrantes pueden ganar sobre sueldos de hasta $90 mil al mes al canjear los pasajes aéreos o terrestres que no utilicen; una práctica de despilfarro del erario público para beneficio propio también aplicada en la Cámara de Diputados. Donde la exención otorgue privilegios y la inmunidad asegure impunidad, no existe posibilidad de llegar al ideal de vida gregaria que constituye una República. Hasta la próxima. Marcelo Mouhapé Furné.

lunes, 18 de marzo de 2019

LA ESCALERA Y EL ASCENSOR

La inflación del pasado mes de febrero fue del 3,8 %. En los últimos doce meses el acumulativo de aumento del costo de vida alcanzó el 51,3 %. El dato interanual que informó el INDEC es la tasa más alta desde el año 1991. Por tercer año consecutivo el gobierno fallará en calcular la inflación anual. Para 2017 estimó una suba del costo de vida del 17 %, y le erró por un 50 % ya que la inflación llegó al 35 %. El año pasado la administración Macri superó por mucho su papelón anterior al equivocarse por más de un 200 % en el pronóstico inflacionario: primero el Banco Central lo calculó en un 12 %, y pocos días después el Ministro de Economía lo elevó al 15,7 %; igualmente insuficiente ya que en 2018 la inflación fue del 47,6%. Para este año la gestión macrista proyectó una inflación del 23 %. Entre enero y febrero acumulamos una suba del costo de vida de casi el 7 %, lo que muestra que ya en el primer bimestre del año el gobierno la pifió en un 80 % en su pronóstico inflacionario. En la campaña presidencial de 2015, Mauricio Macri afirmó: "la inflación no será un problema en mi gobierno". La realidad muestra todo lo contrario. Lo que ocurre con el incremento desenfrenado del costo de vida no solo visibiliza un administración gubernamental incompetente, también exuda vicios nacionales históricos, como la especulación. No todo es culpa de un gobierno que se equivoca demasiado; también están los que siempre buscan mantener rentabilidades muy altas a expensas de la gente. Son los formadores de precios, quienes, por su avaricia, suelen deformar al mercado demandante del que viven. Sobre ellos este gobierno no ejerce control, y eso es un error. Cuando la conciencia social de algunos pocos no impera, tiene que haber una intervención estatal. El problema se agrava cuando el gobierno se desentiende de su rol limitante de excesos y, encima, aplica medidas de insensibilidad social. Siendo justos, la inflación que hoy nos agobia es un mal que hace casi quince años comenzó tenuemente y fue creciendo. En los primeros años no se notó tanto porque el kirchnerismo empardó el incremento inflacionario con subsidios para evitar tarifazos e importantes subas salariales. Esa paridad empezó a perderse en el último gobierno K, que es cuando a los asalariados les empezó a rendir menos los haberes; algo que con Macri se agravó notablemente a partir de tarifazos seriales sin atenuación y aumentos salariales, -salvo excepciones puntuales-, muy por debajo del incremento real de la inflación anual. Ahora, si la gente ya no tiene plata para comprar y se cae la demanda, por qué todo sigue aumentando ? Porque deben trasladarse a los precios el sostenido aumento de los costos de producción y fletes; donde el descomunal encarecimiento de los servicios y del combustible es clave. Hoy la inflación no es por una demanda que supera a la oferta, sino por la suba constante de costos. Los guarismos son fríos, y por si solos no grafican la tragedia social que representa el irracional aumento del costo de vida que hubo en los últimos tres años. Su consecuencia directa es el aumento de la pobreza, pero eso también está encapsulado en números, y, si no nos toca directamente o no nos roza a cierta distancia pasa desapercibida por la mayoría de quienes no la padecen. La inflación es un mal que lo sufre la población pero que hace que el gobierne aumente su recaudación. Por el IVA el consumo representa ingresos constantes al estado nacional. Pero la caótica situación económica paro eso también, puesto que desde el año pasado no solo se frenaron los récords mensuales de recaudación sino que los ingresos del estado central pasaron a subir menos que la inflación. Este dato si le preocupa al gobierno nacional, y eso, sumado a las urgencias de un año electoral ejecutivo, supone que algo harán. Aunque, igualmente no debería esperarse que lo que hagan sea mucho más efectivo que los maquillajes aplicados hasta ahora. Lo que cuestan las cosas sube por un ascensor, mientras el poder de compra de los Argentinos lo hace por una escalera. Así es imposible que un país para todos funcione. Hasta la próxima. Marcelo Mouhapé Furné.

lunes, 11 de marzo de 2019

EL REY DESNUDO

El presidente de la Nación enfrenta el año electoral clave cada vez más solo. Tres gobernadores radicales harán la elección en una fecha diferente al comicio nacional, porque no quieren ir en la misma boleta que Mauricio Macri temerosos que la caída de intención de voto del presidente los arrastre y les haga perder su reelección. Esto mismo quiso hacer la principal carta comicial de Macri, María Eugenia Vidal, pero la mesa chica del PRO lo evitó porque eso hubiera significado un cachetazo mortal a la pretensión reeleccionista de Macri. Ahora, cuál fue el precio para que la gobernadora cambiara de planes y aceptara ir con el presidente en la misma boleta ? Se supo que la provincia de Buenos Aires recibirá varios miles de millones de pesos más. Pero solo estribó en el giro de más dinero de Nación a Provincia el acuerdo para que Vidal no se desprendiera de Macri en el comicio, o puede haber una cláusula gatillo electoral oculta? Mi teoría personal sobre esto la daré más adelante. Aunque todavía tiene un apoyo considerable, la realidad es que hoy el presidente Macri está como el soberano del cuento sobre el Rey desnudo. Es la historia de dos charlatanes que afirmaban ser sastres y que le prometieron al Rey confeccionarle el mejor vestido, pero que solo podían verlo quienes eran realmente hijos de sus padres. Cómo nadie quería admitir que era ilegítimo, -incluido el Rey-, todos aplaudían por una vestimenta inexistente. Hoy Mauricio Macri es aquel Rey. Es innegable que sus medidas llevaron al país a una recesión asfixiante: solo crece el desempleo y la pobreza. Y al hablar, el jefe de estado muestra una total desconexión con lo que verdaderamente ocurre. Al abrir el período de sesiones legislativas, el diagnóstico de país que dio el presidente no se corresponde con la actual Argentina. El gobierno macrista está sostenido por los grandes medios de comunicación, que distraen con temas menores para no hablar de la triste realidad cotidiana. Esa prensa, -que es la de mayor alcance-, actúa como los sastres del Rey desnudo. Solo la cobertura mediática alcanzará para obtener la reelección presidencial ? Aún con un presidente con el que electoralmente ni siquiera los propios quieren estar, el macrismo no está tan mal posicionado para el comicio general de octubre. La falta de acuerdos de unidad del peronismo sigue favoreciendo al gobierno. Lograr una unión no es tan fácil en el PJ; quién tiene votos está cercada por la Justicia, y el resto posee muchos más votantes imaginarios acumulados en su ego personal que los que pueden obtener realmente en las urnas. Además, desde mi óptica es obvio que en el macrismo hay un plan B si Macri sigue cayendo en las encuestas, y se llama María Eugenia Vidal. Hace dos años, en este mismo espacio nos preguntamos si en 2019 no sería más presidenciable Vidal que Macri. La actualidad confirma aquel análisis. Pero, aunque sería lógico ocultar hasta último momento un cambio de la gobernadora por el presidente en la oferta electoral del gobierno, en esa estrategia no caben errores de gestión como los que Vidal cometió este año: no arreglando con los docentes y hacer que los usuarios paguen el déficit que las empresas energéticas tuvieron por la mega devaluación del año pasado. Es obvio que María Eugenia Vidal es mejor candidata presidencial que Mauricio Macri, pero una movida así volvería a mostrar que el poder lo maneja absolutamente el PRO, y la UCR quedaría pagando feo una vez más. Aunque sus timoratos dirigentes nacionales se resistan a asumir su rol, el radicalismo es hoy el gran protagonista político. Y si se atrevieran a respetar su pasado combativo, este año hasta podrían aspirar a llegar a la presidencia de la Nación. Ya hablamos de que la interna de La Pampa fue un descomunal error político del PRO, ya que el triunfo radical mostró que la UCR es el poder territorial con caudal electoral en Cambiemos. Tras cuatro años de soportar las críticas por lo hecho por un gobierno que no los incluye, la lógica de un radicalismo que se respete asimismo debería pasar por buscar formar parte del ejecutivo nacional o asumirlo por la vía de las internas. Ya empiezan a surgir divisiones entre los radicales PRO y los que guardan distancia: Córdoba es un ejemplo de eso. Los gobernadores radicales, que por el hecho de administrar y tratar de seguir haciéndolo son prácticos, ya se despegaron de Macri. Ahora, los dirigentes nacionales de la UCR perderán la oportunidad única de intentar volver al poder, o seguirán avalando la postura sanzista de aceptar ser un partenaire silente y públicamente ignorado por un macrismo gobernante que los arrastra al abismo en la consideración pública ? "Mientras me quede algo por hacer, no habré hecho nada", dijo Julio César; que algo de política y poder sabía, y, por ende, jamás entendería a Ernesto Sanz. Hasta la pròxima. Marcelo Mouhapé Furné.