lunes, 28 de enero de 2019

EXTINCION DE DOMINIO

Días atrás el presidente Macri anunció el decreto sobre extinción de dominio, por el cual se busca que el estado utilice bienes de personas que están bajo proceso por causas de corrupción, narcotráfico, lavado de dinero y trata de personas. El anuncio presidencial es oportuno para una campaña política, pero endeble en lo legal. En lo político tiene varias aristas aprovechables para el gobierno: una la de poner en discusión un tema que concentra el debate nacional y relega a lo económico, que es el talón de Aquiles del macrismo. La otra es contar con la posibilidad de disponer de un enorme volumen de dinero extra en un año electoral; ya que se estima que hay cerca de 250 mil millones de pesos de bienes bajo medidas cautelares de la justicia en causas tramitadas por los cuatro delitos mencionados. Esto lo blanqueo en el anuncio Macri cuando dijo: "campos, casas, vehículos y hasta obras de arte podrían subastarse y destinar ese dinero a políticas públicas". También hay otra cuestión, de presión al poder legislativo, que abordaremos más tarde. El gobierno propone crear una Procuraduría de Extinción de Dominio que actuaría en estos casos. La idea de la administración Macri es acelerar la toma de esos bienes por parte del estado antes de que la Justicia resuelva sobre si el procesado es culpable o no. En el fondo de la cuestión, quien puede oponerse a que se le quite lo que alguien se apoderó indebidamente ?. Pero hacerlo antes de que la Justicia se pronuncie, implica violar el principio de inocencia que rige en nuestro derecho. Y, además, se transformará en un boomerang legal en caso de que se absuelva al procesado; quien, obviamente, accionará legalmente contra el estado Argentino para que le devuelvan lo suyo con un agregado de daños y perjuicios. Sobre este punto se expresó el constitucionalista Sabsay, señalando: "Avanzar en el desapoderamiento de bienes siempre debe darse a partir de la condena de la Justicia, porque si se hace antes se entraría en un terreno muy peligroso en cuanto a la legalidad". Para intentar salvar el impedimento de la violación del debido proceso, el DNU en cuestión propone invertir la carga de la prueba; es decir, que el acusado tenga la obligación de probar que la adquisición de sus bienes fue lícita. El presidente Macri logró que el Congreso active el tratamiento de la extinción de dominio, -algo que el legislativo trata desde 2016-; ya que una comisión bicameral tendrá diez días para expedirse sobre este decreto de necesidad y urgencia. Hay algo innegable, y que la población lo percibe y cuestiona: en Argentina quienes cometen delitos como los mencionados mayormente gozan de impunidad a consecuencia de funcionarios comprables, vacíos jurídicos o una justicia lenta. Si queremos ser un país normal, donde efectivamente "el que las hace, las paga", eso tiene que cambiar. La mejor forma de medir la calidad institucional de una nación, es la de observar que las leyes que se aprueban sean aplicables a todos por igual; incluso, y sobre todo, a quienes las aprobaron. Hasta la próxima. Marcelo Mouhapé Furné.

lunes, 21 de enero de 2019

LA ALIADA DE MACRI

Salvo que se produzca un milagro, -y lo milagroso sería que alguien totalmente nuevo en política aparezca y haga escoba-, todo indica que la elección presidencial ya está definida a favor de Mauricio Macri. Si bien la lógica ante los resultados de gestión deberían indicar que su reelección es muy difícil, no hay que olvidar que, -como lo mencionamos en la editorial anterior-, las grandes preocupaciones de los Argentinos, como la inseguridad, el desempleo, y la pérdida del poder adquisitivo por la inflación y los tarifazos, nunca se convirtieron en sanciones electorales contra el administrador nacional de turno. Y tampoco pasará este año. En lo que respecta a lo político Macri tiene un seguro gigante: tanto adentro como afuera, todos juegan a favor de él. En "Cambiemos", el macrismo seguirá haciendo y deshaciendo a su antojo. Carrió tiene prensa pero no peso político propio para incidir en ninguna decisión gubernamental. De hecho, se entera de las medidas de La Rosada por el periodismo. El que si puede hacerse valer es el radicalismo, pero sus dirigentes prefieren olvidar su protagonismo institucional histórico para priorizar el "seguir estando" en algo donde ponen la estratégica logística electoral nacional a cambio de nada en lo decisorio. La dirigencia nacional de la UCR también se entera por la prensa lo que resuelve el gobierno. Con los dos socios controlados, Macri también tiene un panorama tranquilo con los de enfrente. Massa no es un competidor electoral para el presidente. Cómo candidato fuerte Lavagna es una construcción periodística, no una realidad. Y Urtubey no existe en una elección nacional. La casi totalidad del resto, es menos aún. Lo único que inquieta al armado macrista es Cristina Fernández viuda de Kirchner. La ex presidente tiene la mayor parte de sus votos en el conurbano bonaerense; y es probable que este año ahí, -donde la pobreza llega al 40 %-, obtenga incluso más adhesiones que en 2017. Pero eso no le alcanza para ganar una presidencial si no la acompaña, al menos, una parte del peronismo restante. Y el resto del peronismo nunca ganaría sin los votos que Cristina tiene en el conurbano. En el año electoral clave, la grieta peronista juega a favor del macrismo. Hay una variante que podría intranquilizar a Macri, no tanto en lo electoral sobre si, sino en la pérdida de poder territorial: y es que Cristina sea candidata a gobernadora de la Provincia de Buenos Aires. Pero esto complica la reelección de Vidal, no la del presidente. Es probable que sea por esta posibilidad que el entorno de Vidal piense conveniente que la gobernadora busque desdoblar su elección sumándola a la de los municipios, a fin de evitar el efecto colateral de un potencial voto negativo a Macri en un comicio donde ambos se jueguen su reelección el mismo día. Pero más allá de lo expuesto, la principal aliada de Mauricio Macri para ganar la reelección está en una condición del electorado: LA MEMORIA INMEDIATA. Aún con el ajuste que impone para 2019 el Fondo Monetario, este año los indicadores económicos que afectan a la población, -inflación y tarifazos- serán menos malos que los del año pasado. El elector Argentino ya no es tan crítico y memorioso como era antes. Hoy es más bien conformista; de quedarse con el "todavía me alcanza" al "merezco vivir mejor". Macri sabe que el pensamiento general previo a una elección no va más allá del mes que se está viviendo. Conoce que en ese momento puede pesar más una baja del 5 % en los combustibles que una suba acumulada del 150 % en los tres años y medio previos. En la previa electoral, 2019 se muestra parecido a 2015. El tiempo dirá si será o no así. Hasta la próxima. Marcelo Mouhapé Furné.

lunes, 14 de enero de 2019

MOTIVOS DE CAMPAÑA

Argentina es un país donde ocurren cosas extrañas. También en lo electoral. En los últimos treinta años hubo tres temas dominantes en la preocupación de la población: seguridad, economía y empleo. Pero nunca ninguno de ellos fue determinante a la hora de votar. Por ejemplo en 1995, el año donde la desocupación se disparó, Carlos Menem consiguió su segundo mandato presidencial con casi el 50 % de los votos. En 2.001 el ajuste del Fondo Monetario con directivas que firmaba un presidente llamado De La Rúa asolaba al país, y los votos inválidos (entre anulados y blancos) llegaron al 21 %. Se prefirió votar por nadie a castigar masivamente con el sufragio al administrador de turno cuando debía hacerse: en la elección de medio término. Hace dos años pasó lo mismo. No se aprovechó la ocasión del comicio legislativo para advertirle con un voto negativo al gobierno que el derrumbe de la economía sumía en la pobreza a muchos. Durante el kirchnerismo, sobre todo en los mandatos de Cristina (en especial en el segundo), la prensa ventiló muchas situaciones administrativas irregulares; pero no generaron el lógico voto castigo de la ciudadanía. Otra característica electoral nuestra, ya no de los votantes sino de los políticos, es tratar de copiar lo que pasa en otros países. Ahora el motivador es Brasil, donde un candidato con propuestas de extrema derecha, - Bolsonaro-, llegó a la presidencia con el "leiv motiv" de luchar contra la inseguridad con métodos represivos, incluido un permitido tácito del "gatillo fácil" policial. El gobierno de Macri no puede mostrar logros en la economía y tampoco en la generación de empleo, por eso apuesta a la lucha contra la inseguridad como motivo de campaña. Aunque solo hay un antecedente de cierta tracción de votos con el argumento de mano dura policial. -en la campaña a gobernador de Ruckauf en 1999-, puede que al macrismo le resulte usar este argumento proselitista. De ahí a que solo eso asegure la reelección presidencial, es otro cantar. La inseguridad preocupa a la gente, pero los que deben ocuparse de buscar resolverla siguen en deuda: la clase política Argentina hizo con esto lo que siempre hace: en vez de resolverla institucionalmente, la politizó y agravó el problema. No hubo nunca un saneamiento de los organismos de seguridad basado en los premios y castigos a buenos y malos, y tampoco aggiornamiento profesional ni equipamiento acorde al avance tecnológico utilizado por los delincuentes. La Justicia es otra cuestión a tratar; pero en este 2019, donde lo judicial tendrá incidencia política directa en la campaña, no habrá debate institucional sobre su rol ante el delito. Tras lo ocurrido en Brasil y en el año de las elecciones ejecutivas, el macrismo avanzó hacía el modelo Bolsonaro. Lo hizo reactivando ideas, como con el protocolo de uso de armas para fuerzas de seguridad, y con un proyecto de ley para bajar la edad de imputabilidad. Las formas de actuar de las fuerzas de seguridad y todo lo que hay institucionalmente antes de que la policía salga a la calle a cuidarnos, debería ser motivo de un debate legislativo amplio, a partir de propuestas del gobierno o propias, pero que en un tiempo prudencial terminen en la optimización real de la prestación del servicio. No hay que olvidarse de las muchas payasadas institucionales que la política hizo en esta materia: como la de pretender igualar la capacidad operativa del sistema policial estadounidense con el solo hecho de cambiar nombres: llamando Capitán al Comisario y Estación de Policía a la Comisaría. El tema de la baja de imputabilidad de los menores es otro debate que lleva décadas sin que se haga nada. Y en este aspecto se necesita definir una línea de acción, porque la realidad muestra que es obvio que los menores delinquen, -y en ocasiones matan-, porque saben que son legalmente inimputables; pero en muchos casos roban para mayores. Alguien se acuerda de un caso donde se hayan detenido a los adultos que usan a menores para robar ? Por motivos electorales la inseguridad cotidiana se debatirá este año. Esperemos que no se agote en la puesta en escena política-mediática. Como ciudadanos deberíamos exigir que el debate sea político-institucional y con resultados que lleven a que la población esté más segura. Hasta la próxima. Marcelo Mouhapé Furné.

lunes, 7 de enero de 2019

SERVIDORES SERVIDOS

“La política es el arte de disfrazar de interés general, el interés particular”. La frase la dijo el intelectual francés Edmond Thiaudere hace más de un siglo, y describe perfectamente a la actual clase política Argentina. Existe la posibilidad de desdoblar las elecciones municipales en la provincia de Buenos Aires: que los comicios para las intendencias se hagan antes desprendiéndose de la elección para gobernador y presidente. Según versiones del entorno de Vidal, esa posibilidad le abriría la puerta a la gobernadora para despegar su propia elección de la de un Macri devaluado en la consideración pública. La idea de separar la votación de los municipios es de Sergio Massa. A fines de 2018, en ocasión de tratarse el presupuesto provincial, Vidal precisaba urgentemente los votos renovadores para que le aprueben, sobre todo, el endeudamiento, imprescindible para mantener funcionando la administración bonaerense. El conseguir los votos del Frente Renovador para asegurarse tener liquidez administrativa, hizo que la gobernadora considerara la propuesta "massista" del desdoblamiento electoral. Tan astuta como cauta, logrando su objetivo inicial Vidal concedió hasta ahí: aceptó crear una comisión bicameral que estudiará el asunto y debe dar un dictamen el 28 de febrero. Se llama "Comisión Especial Bicameral para el estudio de factibilidad de los proyectos de modificación del Régimen Electoral de la provincia de Buenos Aires". La integran ocho senadores y ocho diputados provinciales, -entre ellos la tresarroyense Laura Aprile-; la mitad de ellos oficialista y el resto de la oposición. Massa necesita elecciones desdobladas porque ve que es la única forma de no seguir perdiendo estructuras de poder, que logró cuando la gente lo votaba. Igualmente, Vidal aclaró que el dictamen de la comisión no será vinculante y que la decisión sobre separar los comicios comunales la tomará Mauricio Macri. Con la bicameral, la gobernadora logró sacar la pelota afuera buscando el tiempo necesario para definir las posturas internas encontradas sobre esto. Es muy probable que en la mesa chica del PRO nacional no cuente tanto lo de los municipios como si la idea del entorno de la gobernadora para desprender su elección de la presidencial. Porque en esta posibilidad hay una lectura política innegable: que Vidal logre despegarse del comicio para la presidencia implicaría dejar a Macri solo y expuesto por "la propia de más peso político" como un gobernante deficiente. La tan cuidada cohesión de "Cambiemos", quedaría hecha trizas. Pero en esto hay algo muchísimo más importante que la estrategia de Massa para no desaparecer o los dimes y diretes del "macrismo": NOSOTROS, LOS BONAERENSES; que en esto, -como en muchas otras cuestiones-, somos los convidados de piedra de decisiones que toman unos pocos en base a sus intereses, no en función de lo que le conviene al Pueblo. El peronismo provincial dice que el costo de desdoblar las elecciones bonaerenses es de $ 3.200 millones. Es muy probable que en el rechazo del PJ haya cuestiones electorales mucho más fuertes que el gasto, porque no hay que olvidar que ellos avalaron el proyecto K de las internas PASO, -otro derroche de fondos con practicidad casi nula-. Pero para este análisis es importante el dato de costo dado. Por el acuerdo de asistencia financiera con el Fondo Monetario este será el año del gran ajuste estatal. Lo que se producirá después de un 2018 donde los asalariados perdieron hasta un 20 % de poder adquisitivo contra la inflación. En este 2019 que recién comienza, las partidas provinciales se reducirán al mínimo afectando empleos, servicios y obras. Y en este marco los políticos quieren gastar $ 3.200 millones, solo por el "chiquitaje" de buscar sacar unos votos más al desdoblar la elección ? Ver que las propuestas de los que deciden se basan solo en lo que le conviene a ellos, hace surgir la triste realidad de que los políticos Argentinos no sirven a la gente para el beneficio de la población, sino que se sirven de la gente para su propio beneficio. Si se desdoblan las elecciones bonaerenses no harían las PASO, pero igual habrá tres comicios: el municipal, el nacional (que hasta ahora incluye a la provincia, aunque por lo comentado antes podría cambiar) y la segunda vuelta presidencial. Un gasto descomunal y un trastorno fenomenal para la gente que vota. Sobre todo en un país en recesión y en un año de ajuste, el sentido común indica que debería haber una sola elección general donde se voten todos los niveles, y que se eliminen las primarias PASO. Si en algún partido, -nacional, provincial o municipal-, hay internas, que se defina como antes, votando los afiliados en sus sedes partidarias y con gastos de campaña pagos por los partidos políticos que dirimen sus postulantes. Por qué todo el pueblo Argentino tiene que pagar internas políticas nacionales e ir a votar obligatoriamente cuando en ellas se definen solo el 20 % de las candidaturas ? La población debe ajustarse mientras los políticos aumentan el gasto en miles de millones por conveniencias de coyuntura electoral ? En 2015, -el último año del gobierno kirchnerista-, el desdoblamiento de elecciones hizo que en el país hubiera QUINCE JORNADAS ELECTORALES. La gente voto por "Cambiemos" porque proponía terminar con lo que estaba mal, sobre todo el despilfarro político. El 28 de febrero tendremos la respuesta sobre esto. Hasta la próxima. Marcelo Mouhapé Furné.