lunes, 21 de enero de 2019

LA ALIADA DE MACRI

Salvo que se produzca un milagro, -y lo milagroso sería que alguien totalmente nuevo en política aparezca y haga escoba-, todo indica que la elección presidencial ya está definida a favor de Mauricio Macri. Si bien la lógica ante los resultados de gestión deberían indicar que su reelección es muy difícil, no hay que olvidar que, -como lo mencionamos en la editorial anterior-, las grandes preocupaciones de los Argentinos, como la inseguridad, el desempleo, y la pérdida del poder adquisitivo por la inflación y los tarifazos, nunca se convirtieron en sanciones electorales contra el administrador nacional de turno. Y tampoco pasará este año. En lo que respecta a lo político Macri tiene un seguro gigante: tanto adentro como afuera, todos juegan a favor de él. En "Cambiemos", el macrismo seguirá haciendo y deshaciendo a su antojo. Carrió tiene prensa pero no peso político propio para incidir en ninguna decisión gubernamental. De hecho, se entera de las medidas de La Rosada por el periodismo. El que si puede hacerse valer es el radicalismo, pero sus dirigentes prefieren olvidar su protagonismo institucional histórico para priorizar el "seguir estando" en algo donde ponen la estratégica logística electoral nacional a cambio de nada en lo decisorio. La dirigencia nacional de la UCR también se entera por la prensa lo que resuelve el gobierno. Con los dos socios controlados, Macri también tiene un panorama tranquilo con los de enfrente. Massa no es un competidor electoral para el presidente. Cómo candidato fuerte Lavagna es una construcción periodística, no una realidad. Y Urtubey no existe en una elección nacional. La casi totalidad del resto, es menos aún. Lo único que inquieta al armado macrista es Cristina Fernández viuda de Kirchner. La ex presidente tiene la mayor parte de sus votos en el conurbano bonaerense; y es probable que este año ahí, -donde la pobreza llega al 40 %-, obtenga incluso más adhesiones que en 2017. Pero eso no le alcanza para ganar una presidencial si no la acompaña, al menos, una parte del peronismo restante. Y el resto del peronismo nunca ganaría sin los votos que Cristina tiene en el conurbano. En el año electoral clave, la grieta peronista juega a favor del macrismo. Hay una variante que podría intranquilizar a Macri, no tanto en lo electoral sobre si, sino en la pérdida de poder territorial: y es que Cristina sea candidata a gobernadora de la Provincia de Buenos Aires. Pero esto complica la reelección de Vidal, no la del presidente. Es probable que sea por esta posibilidad que el entorno de Vidal piense conveniente que la gobernadora busque desdoblar su elección sumándola a la de los municipios, a fin de evitar el efecto colateral de un potencial voto negativo a Macri en un comicio donde ambos se jueguen su reelección el mismo día. Pero más allá de lo expuesto, la principal aliada de Mauricio Macri para ganar la reelección está en una condición del electorado: LA MEMORIA INMEDIATA. Aún con el ajuste que impone para 2019 el Fondo Monetario, este año los indicadores económicos que afectan a la población, -inflación y tarifazos- serán menos malos que los del año pasado. El elector Argentino ya no es tan crítico y memorioso como era antes. Hoy es más bien conformista; de quedarse con el "todavía me alcanza" al "merezco vivir mejor". Macri sabe que el pensamiento general previo a una elección no va más allá del mes que se está viviendo. Conoce que en ese momento puede pesar más una baja del 5 % en los combustibles que una suba acumulada del 150 % en los tres años y medio previos. En la previa electoral, 2019 se muestra parecido a 2015. El tiempo dirá si será o no así. Hasta la próxima. Marcelo Mouhapé Furné.

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