domingo, 22 de julio de 2018

TIPO DE CORTE

Continuamos el tema de la editorial anterior, debido a que en los días siguientes hubo novedades al respecto. La primera de ellas es que el Fondo Monetario desembarca en Argentina. Durante su visita al país por el encuentro ministerial del G20, la jefa del FMI, Cristine Lagarde, le comunicó al presidente Macri que el organismo abrirá una oficina en Buenos Aires, desde donde se va a monitorear como el gobierno aplica el ajuste, que es la herramienta acordada para tener la liquidez necesaria para devolver el préstamo de 50 mil millones de dólares dado por el Fondo a la administración central. El FMI hará marcación personal a la gestión Macri para asegurarse que el estado nacional cumpla con la hoja de ruta impuesta por el organismo de crédito: un ajuste de 300 mil millones de pesos durante 2019. La forma en que se cumplirá el achique de los gastos estatales, -el tipo de corte que la tijera del ajuste aplicará-, es lo que debe negociar el presidente con los gobernadores. Macri quería que el reparto del ajuste sea de un 50 % para ambas jurisdicciones. Pero, atendiendo que el año próximo será electoral, eso los administradores de las provincias no lo aceptaron. Ante esto, el presidente decidió que la nueva fórmula de la poda será de dos tercios a cargo del gobierno nacional y el 33 % por parte de las provincias. De los 100 mil millones de pesos de ajuste en los estados provinciales la mayor parte lo tendrá que hacer el gobierno bonaerense. En el menor de los casos, Vidal deberá aplicar un recorte de gastos por unos 25 mil millones, y en el mayor por unos 33 mil millones de pesos. Ahora viene la gran pregunta, cómo se hace un ajuste en gobiernos cuyos gobernantes buscan ser reelectos ? La respuesta lógica es que los gobernadores buscarán tener poco impacto funcional propio y trasladar la mayor parte del achique a otros responsables operativos. Eso traducido a hechos va a implicar que la mayor parte del ajuste las Provincias lo harán en los fondos que giran a las Municipalidades a través de la coparticipación. La poda cuantitativa de los montos coparticipables sería la norma general, pero después es probable que se sume un factor discrecional en el tiempo en que se repartirá lo que quede a distribuir entre los jefes comunales de “Cambiemos” y los de la oposición. Es posible que para los segundos el atraso en la llegada de esas vitales remesas se transforme en algo corriente. Lo que sí es seguro, que en 2019 sobre todo los Intendentes de un color político distinto al del gobierno provincial tendrán que viajar mucho más que años anteriores a La Plata para pedir por el dinero que les corresponde a sus comunas. Hasta la próxima. Marcelo N. Mouhapé Furné

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