domingo, 29 de julio de 2018

LA REFORMA DE LAS FFAA

Desde Campo de Mayo el presidente Macri anunció que decretará una reforma de las Fuerzas Armadas. Lo anunciado fue general y somero, pero igual quedó claro que el principal objetivo reformista es sacar a los militares a la calle para encargarse de tareas de seguridad interior; algo repudiado por organismos de Derechos Humanos y criticado por la oposición. El cambio funcional medular consistiría en la modificación del Decreto N° 727 del año 2006 firmado por el expresidente Néstor Kirchner sobre la reglamentación de la Ley de Defensa, para permitir la intervención de las FFAA ante todo lo que se considere agresión de origen externo, algo hoy circunscripto a las amenazas estatales externas. Se busca pasar de unas Fuerzas Armadas que hoy solo pueden responder ante la amenaza bélica de otro país, a unas que puedan actuar ante hechos que se produzcan internamente pero que puedan atribuirse a una autoría intelectual externa, como el terrorismo y el narcotráfico. En el anuncio, el presidente Macri remarcó la necesidad de que la milicia sea la encargada de custodiar y proteger objetivos estratégicos, entre ellos el ciberespacio y los activos del país. En este punto aparecen las industrias generadoras de energía y los yacimientos de donde se extrae materia prima. Se cree que Macri quiere evitar que se repita una protesta gremial como la ocurrida en 2012 en el yacimiento petrolífero “Cerro Dragón”. Cómo se aplicará el refuerzo de la seguridad interior con presencia militar no fue aclarado, y es lo que genera rechazos. Las organizaciones de Derechos Humanos remarcan que cualquier opositor o reclamante puede ser considerado terrorista y sufrir la represión militar; y desde la oposición se advierte que con esto el gobierno busca blindarse, sabedor de la crisis y protesta social que provocará en 2019 el “mega” ajuste que el FMI exige, y que podría tener un anticipo en diciembre de este año. Debido al abandono presupuestario de varios gobiernos que optaron por demonizar las instituciones cuando los crímenes fueron cometidos por determinados integrantes, -a los que varios la Justicia castigó, pero que aún quedan algunos por castigar, como parece ser el caso de un acusado de desaparición de personas que en Democracia terminó siendo jefe del Ejército-, las Fuerzas Armadas están en una situación crítica desde muchos puntos de vista. Pero todavía se hacen escuchar; aunque no está en ningún análisis periodístico, no puedo obviar que el anuncio de la reforma de las FFAA el gobierno lo hace 15 días después de que debió suspender el desfile del 9 de Julio por el descontento militar ante la escasa suba salarial. Aunque se diga que las hipótesis de conflicto cambiaron, eso, que ya es discutible, no debe sustituir el principal fin de las Fuerzas Armadas, que es el de proteger a los Argentinos y a nuestro territorio de posibles ataques de otras naciones. Y en ese marco, no se puede seguir mostrando la debilidad de un sistema defensivo obsoleto expuesto por aviones militares que se caen en vuelos de práctica, barcos que se hunden en puertos y la reciente pérdida del submarino ARA San Juan y sus 44 tripulantes, que, según la versión oficial, se fue a pique por una explosión a causa de fallas de mantenimiento. La reforma de las Fuerzas Armadas, y sobre todo su redefinición de roles, es un tema muy delicado que no puede definirse solamente con un decreto presidencial, necesita discutirse en el ámbito donde está representado la mayor parte del pueblo Argentino: el Congreso de la Nación. Hasta la próxima. Marcelo N. Mouhapé Furné.

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